Sigue las aventuras de Nairi, una niña de la alta sociedad del distrito de los ricos que es obligada a marcharse de la casa de sus padres hacía terrenos desconocidos. NAIRI: Tower of Shirin es un juego de aventura gráfica que cautivará tanto grandes como a pequeños y sean fanáticos de la animación 'cute' como de pasar el tiempo resolviendo puzzles de todos los niveles y dificultades.
Un largo y estrecho camino me ha separado de las reseñas de videojuegos desde mi última publicación en 2019. A partir de ahí, hemos visto una gran cantidad de contenido de todos los colores, tamaños y párrafos posibles. Pero nunca un anuncio próximo de otra reseña. Situación que tuvo darse el diciembre del año pasado... pero que al final nunca llegó a concretarse nada.
Hoy esto va a cambiar por completo.
Adolescentes, con gran entusiasmo surcándome el rostro, les quiero presentar mi nueva review (reseña) de un juego que sin duda disfruté con deleite cada lunes en esta estación ya próxima en irse; el proclamado verano. Si han tenido la oportunidad de probarlo con anterioridad o, al menos, saben de que va con tan solo haber leído el título de la entrada, conocerán de antemano lo que está por venirse. Y sino, vengan y quédense conmigo. Que nuestro viaje por la cuidad de Shirin recién comienza.
Dos grandes desarrolladores. Una misma ambición que los une.
NAIRI: Tower of Shirin es un espectacular juego Indie del género aventura gráfica con un potente matiz que incluye al mismo tiempo un género más, es decir, una novela visual un poco llevada al lado occidental, pues es un videojuego totalmente hecho fuera de Japón, país donde surgió este popular género de nicho, y que muy difícilmente tienen éxito fuera del país asiático del Sol Naciente.
Desarrollado por un pequeño equipo de tan solo dos personas de nombre Joshua van Kuilenburg y You Miichi, fundaron en conjunto HomeBearStudio, con sede en los Países Bajos. Su primera propuesta, NAIRI: Tower of Shirin, sería el título madre con el que comenzarían su vida pública como desarrolladores de videojuegos. Para a hacer más amena la publicación del juego, esta correría a manos de Hound Picked Games, una compañía de PR (Relaciones Públicas) ubicada en Inglaterra.
Además, cabe destacar que HomeBearStudio fue sincero desde un principio, y para que su primer videojuego pudiera salir a la luz, pasó por la ardua prueba del crowdfunding en 2016. Una práctica que ya viene siendo muy habitual desde hace a algunos años por parte de muchos desarrolladores independientes, en el que uno o varios profesionales de la industria, presentan su proyecto en Kickstarter. Sin embargo, es la gente la que está encargada de «votar» con sus carteras si dichos proyectos llegan a fondear o no y poder dar el banderazo verde para que puedan ser publicados en una o varias plataformas,
En cualquier caso, el juego llegaría a fondearse con enorme éxito. Tal y como lo señalan sus desarrolladores en la página de Kickstarter del juego, este recaudó un total de 8.253 € euros. Por lo que el proyecto vería la luz muy próximamente. Sin embargo, no sería hasta el 28 de noviembre de 2018 cuando el juego estuviera en el mercado. Concretamente, un lanzamiento inicial para Steam y, más adelante, contemplar un lanzamiento en otras plataformas en el futuro.
Una turbulenta historia detrás de una misteriosa torre...
En NAIRI: Tower of Shirin nos emergemos en la vida de la pequeña e inocente Nairi, cuyos padres pertenecen a clase más alta de la exótica cuidad ficticia de Shirin. Esta carismática niña será protagonista de muchas aventuras a lado de un ex criminal llamado Rex... ¡con aspecto de una rata negra! Los dos intentarán a abrirse camino a desentrañar el misterio que se oculta detrás de la Torre de Soluna. En donde una antigua civilización llamada los Noorians, fue presa por un atroz golpe por parte del destino a desaparecer por completo.
De acuerdo a sus desarrolladores, el juego está «inspirado» fuertemente en muchas de las películas del estudio japonés de animación Studio Ghibli. En mi fuerte opinión, no estoy muy de acuerdo con esto. Aunque ya tendré la oportunidad de hablar de esto más adelante en los comentarios finales de la reseña.
Por otro lado, nos encontramos con un título con una fuerte narración que trastoca puntos históricos y simbólicos de una antigua civilización que, si observamos muy bien de cerca, están relacionadas directamente como indirectamente con la región del Oriente Próximo. Tan solo hay que echar un vistazo rápido a cualquier imagen del juego, y no sentir que estamos viviendo en carne propia la vida de una niña adinerada de algún país que compone al Oriente Próximo.
Si bien, es un título perteneciente al género de aventuras gráficas, toma como referencia a novelas gráficas ya preestablecidas en la industria del videojuego. Esto significa que el juego está totalmente centrado en la historia de sus personajes, y no directamente en otros aspectos que podrían componer a un juego, como lo podría ser el RPG, donde la estrategia, el razonamiento y la toma de decisiones rápidas son vitales a la hora de ganar pequeñas batallas o enfrentarse a poderosos bosses (jefes). En NAIRI: Tower of Shirin no tendremos que preocuparnos por eso, ya que como aventura gráfica, no hay enemigos como tal al que tengamos que atacar o disparar. En cambio, usaremos todo nuestro intelecto para resolver una enorme variedad de puzzles (rompecabezas) de todos los niveles.
Los puzzles es sin duda el plato fuerte de estos géneros, y más para esta fabulosa entrega. Que está compuesto por un sistema de juego en el que es posible crear, coleccionar e intercambiar muchísimos objetos hechos a partir de la inocencia e imaginación de una niña que ha vivido encerrada por años en una casa de la más alta alcurnia. Este tema que toco con gran prudencia es de vital importancia, ya que la pequeña Nairi, al no haber socializado nunca con otros niños de su misma edad —y otras especies— le resultará difícil entender el trasfondo que hay detrás de la bella ciudad en la que ha nacido y la ha acogido con los brazos abiertos. Esto sin olvidar la disponibilidad de cualquier recurso al alcance de sus manos, pues su padre tiene una posición alta como líder de un poderoso consejo. Este contexto, a nivel coloquial, es muy probablemente abordado por parte de la prensa de la industria de videojuego. Este suceso es posible verlo más adelante en el transcurso de la trama del juego. Específicamente, en diálogos internos con el mentor de Nairi, Sami.
Lo cierto es que el título brinda una experiencia inolvidable para todas las edades y en el que tenemos que movernos a través de diversos escenarios valiéndonos únicamente con el mouse (ratón). Pues indudablemente el juego toma aspectos del subgénero en cuanto a aventuras gráficas nos referimos; Point and Click (apuntar y a hacer click). Esta característica propia y comprendida a nivel usuario-computador, ha sido una referencia clara a juegos de ordenador. Y esto está muy presente de principio a fin en todo el juego.
En búsqueda de unos padres encarcelados, una antigua civilización perdida y la diosa Soluna
NAIRI: Tower of Shirin nos presenta una historia enriquecida como compleja al mismo tiempo. Esta nos lleva en un principio a conocer poco a poco la vida trágica de Nairi como la hija de un padre que es Líder del Consejo. Cuando el jugador inicia una partida nueva por primera vez, este se percatará desde un inicio que la vida de Nairi corre en grave peligro, pues sus padres han sido arrestados por la Guardia Real. En este sentido, el juego no nos dice mucho acerca de quién es la Guardia Real y el porqué de su existencia. Aunque es claro que funcionan como un cuerpo, es decir, soldados de infantería de un organismo poderoso que velan por la vida de personas importantes y la población general.
La Guardia Real, como otros términos propios del juego, son señalados en rojo a modo de palabras clave. Ciertamente, estas palabras suelen tener un propósito a medias, es decir, no siempre son de gran revelación. Pero cuidado, que a algunas de estas palabras nos dan indicios de que son necesarios ciertos objetos para resolver un puzzle, por lo que también podríamos considerarlos como palabras guías. Esas palabras se encuentran resaltadas en muchos colores sobre los diálogos de cualquier personaje.
Retomando el hilo de la trama, Nairi, asustada por este inesperado acontecimiento, se ve obligada a huir de su hogar por órdenes de su maestro Sami. No sin antes darles indicaciones de que se reúna con un amigo suyo de nombre Fredick. Este se encargaría de ayudarla a huir de la Guardia Real y ponerla a buen resguardo llevándola, junto con su demás mercancía, en una caja de contrabando en algún districto de la ciudad. Sin embargo, la caravana en la que iba apretada Nairi, es asaltada por unos peligrosos bandidos que toman la mercancía de Fredick a modo de botín. Los planes de Sami por querer proteger a Nairi se frustran y esta es llevada a la guarida del pequeño grupo asaltante. En este punto de la trama, es donde comienza el verdadero juego con los primeros puzzles que no pararán de emerger en cada ocasión que se presenten.
Como es de suponerse, la misión de Nairi es volver de nuevo a Shirin y poder reunirse con sus padres de nuevo a toda costa. Pero esto no será fácil, ya que la Guardia Real la estarán buscando. Aunque en el transcurso de la historia no lo hará sola, ya que recibirá la ayuda de muchas personas, incluyendo animales de todos los tipos y tamaños. Entre ellos, el segundo personaje más importante del juego Rex, un ex bandido y académico que se ha volcado a investigar el origen de Shirin y la Torre de Soluna, donde se hayan pergaminos en relación con los Noorians y la diosa Soluna.
Mecánicas sencillas y entretenidas
La jugabilidad dentro de NAIRI: Tower of Shirin, como cualquier otro juego de aventura gráfica, son bien; limitadas. Recordemos que el juego toma elementos ya preestablecidos de novelas gráficas y, en parte, es un Point and Click bastante sólido, pero entretenido. Los controles, como es de suponerse, son prácticamente ajenos a cualquier otro tipo de juego existente, por lo que siempre estaremos usando el mouse de principio a fin sin discusión. Por supuesto, los diálogos podrán «apresurarse» con la única tecla disponible en el teclado: la tecla espacio y, si queremos saltarnos por completo los diálogos, bastará con presionar la tecla espacio + S. Aunque esto no siempre es permitido.
La interacción que rodea al juego también es muy escasa, como novela visual, son imágenes estáticas. Para solventar lo estético que rodea a Shirin, HomeBearStudio ha hecho el esfuerzo de traer cambios dinámicos —en cuanto a animación de ciertos elementos se refiere— en ciertos paisajes. Por ejemplo, hay un escenario en el que una tormenta de arena nos indicará que estamos en el exterior de un edificio; en medio del desierto con el sol pegándonos el rostro con sus vástagos de luz a todo lo que da. Para darle color a una excéntrica y energética plaza al mediodía, el juego agrega una enorme fuente de agua cayendo desde arriba en medio de un distrito para gente de clase alta y adinerada. Así, el mundo de NAIRI: Tower of Shirin logra cobrar más vida, y no siempre estar viendo escenarios fijos y hasta abandonados.
Ahora bien, ¿cómo se avanza en el juego? ¿Cómo se interactúa con el entorno? ¿Y qué tan complicados son los puzzles? Para responder la primera cuestión, debo mencionar que para poder desplazarnos a otros lugares, será necesario posicionarnos con el ratón en cualquiera de sus esquinas Posteriormente, hacer click sobre el icono de una fecha que nos indica que es posible «viajar» hasta otro punto del mapa. Este desplazamiento, en un principio, es un poco difícil de comprender, ya que literalmente será necesario llevar el cursor del ratón hacía un extremo de la pantalla para poder desplazarnos a otro lugar y hacer click en él. En las primeras ocasiones esto resultará incómodo, ya que no se nos señalará por dónde hay que movernos y, al ser imágenes estáticas, resulta complicado saber el camino real que debemos tomar. Para un niño, quizás sea el doble de difícil de visualizar, pero; para un adulto, será complicado en un principio y posteriormente fácil de memorizar. Ya que estaremos haciendo viajes de ida y vuelta en repetidas ocasiones.
Interactuar en el mundo de NAIRI: Tower of Shirin es sumamente divertido y hasta ridículamente gracioso. El jugador, en medio de un puzzle tendrá que mover sus músculos cerebrales y comenzar a hacer click por varias partes del escenario para poder hallar objetos de gran valor. ¿Y en dónde se guardan todos estos objetos? ¡Es muy fácil! En todo momento del juego, habrá un icono en la parte inferior central de la pantalla, si el jugador hace click él, aparecerá una barra ancha por toda esta zona. Es nuestro inventario y, en él, se guardarán cualquier objeto indispensable para la trama y la solución a todos los acertijos que existan dentro del juego. También, el juego dispone de un sistema monetario. Hablamos de monedas de oro que pueden conseguirse haciendo click en cualquier punto de los escenarios. Estas valiosas moneras bañadas en oro nos serán útil cuando la persuasión no es suficiente para llegar a cumplir nuestros objetivos contra otros NPCs. Por lo que estamos hablando de chantaje a cambio de dinero en su máxima expresión.
El inventario, además de servir como mochila para guardar todo tipo de objeto, podremos llegar a utilizarlo a modo de workshop (taller) con el que será posible combinar piezas de todo tipo y crear cosas totalmente extrañas sacadas de la imaginación de un niño. Estás nuevas piezas podrían sernos útiles a la hora de resolver ciertos puzzles, pero también nos ayudarán como objetos de intercambios con otros NPCs en caso de que, una vez más, no sirva de nada dialogar con ellos para resolver ciertos problemas. En este punto, bastará con a hacer click sobre cualquier persona o especie para comenzar a entablar una conversión con todos ellos. ¡Hay cientos de diálogos por leer!
Dentro del inventario también se encuentra nuestro diario que, como todo buen juego de aventura gráfica, nos dan pistas de lo que debemos a hacer a continuación cuando estamos atascados en un punto de la historia o de un complejo puzzle que no podemos resolver por nosotros mismos en la primera ocasión. Este libro de pistas es muy curioso, y uso este adjetivo para calificarlo así, porque; al abrirlo, se nos da una serie de pasos a seguir interpretadas por dibujos y flechas. Es decir, el diario no es más que un libro con diagramas estampados sobre las hojas de lo que debemos a hacer; mas no no son textos que nos indican hacía dónde movernos. Esto alienta mucho a la experiencia de usuario a usar su imaginación e interpretar la serie de dibujos para poder resolver complicados puzzles sin llegar a recibir ayuda totalmente Como dicen por ahí, «una imagen vale más que mil palabras». Y eso es prácticamente el diario. Mencionar que el diario no estará disponible hasta más adelante de la trama del juego.
Tocando por fin el tema de los puzzles, debo señalar que estos no tienen un grado de dificultad mayor para un adulto. Pero hay algo gracioso en todo esto que menciono ya que, cuando comenzamos nuestra aventura después de los acontecimientos en el que Nairi es ayudada a salir de la cuidad de contrabando, justamente, la guarida de los bandidos es el primer de los tres escenarios más arduos de todo el juego. O, dicho de otra forma, el principio, la mitad y el final de estos dungeons (calabozos), son escenarios más difíciles de resolver. El resto de los puzzles no presentarán un mayor problema para casi cualquier adulto, pero teniendo en cuenta que es un juego dirigido para cualquier público —sobre todo a niños— estos se les presentará como desafíos de acero al tener que usar mucho su razonamiento, imaginación y hasta un poco de supervivencia.
Los puzzles pueden presentarse a modo de mecanismos, inspeccionar objetos ocultos y hasta mover palancas que abren y cierra puertas ocultas. Un sonido cálido y dulce nos indicará simpre cuando un puzzle se ha resuelto de manera exitosa. Por otra parte, no es la única «realidad» al que podemos a acceder para resolver ciertos puzzles. Durante la trama del juego, se habla de una fuente de energía extraña llamada Vaeirya. Esta energía será obligatoriamente esencial para seguir el trascurso de la historia y resolver los más enmarañados puzzles del juego. Nairi es capaz de sentir la «presencia» del Vaeirya que la lleva un viaje hacía el pasado a conocer la vida de los Noorians, una civilización mucho más antigua de la que hoy se alza la compleja cuidad de Shirin.
Estilo de arte precioso y dibujado a mano
Tocando el sistema gráfico hay muy poco de que a hablar en este aspecto —por razones bastantes obvias—. Aún así, hay cosas interesantes que puedo señalar en este apartado. Primero, hay que destacar el trabajo artístico detrás de NAIRI: Tower of Shirin. Este es extraordinariamente «apachurrable», encantador y sumamente hermoso. You Miichi, quien fue la encargada del trabajo artístico y la animación, deja entrever su lado artístico a nivel profesional. Una mujer capaz de plasmar sus ideas en el dibujo digital a mano con gran tenacidad. Como jugador, uno podría decir que el juego es extraído de a alguna serie oriental llevada a las pantallas de nuestros monitores, y aunque me parece genial la idea que suelo venderme a mí mismo, lo cierto es que es todo lo contrario. Es un videojuego; no una serie animada llevada a PC y a consolas.
Segundo, el juego fue creado a partir de la utilización de Unity. Este popular motor de videojuego que nos ha traído joyas indie de gran renombre como lo son Overcooked y Cuphead. Como nota sobre este punto, el juego se ejecuta directamente con DirectX11, por lo que no será posible jugarlo en ordenadores que no tengan, como mínimo, una tarjeta gráfica que soporte esta tecnología que lleva ya más de 10 años en el mercado acompañándonos en cientos de títulos disponibles allá afuera.
Tercero, y finalmente, al ser un juego independiente, no demanda grandes recursos. Lo que sí hay que tener en cuenta es que, desde la página del juego en Steam, recomiendan que nuestros equipos tengan como mínimo 4 GB RAM. ¿La razón? Muy simple. Y es que el juego es posible correrlo en resoluciones superiores a 1080p. También, debo señalar que el juego tiene soporte para resoluciones de pantalla ancha. El juego logra también a alcanzar los 60 FPS —que ni debería ser punto importante a señalar por la obviedad del mismo—. Así, también permite jugar en modo ventana para jugadores que no despongan de un equipo de escritorio tan potente. Aunque tampoco puedo confirmar del todo si el juego llega a correr en PC básicas o notebooks del gobierno por el tema de DX11.
Una bandora sonora que refleja la melancolía y la magía detrás de sus personajes
El aparato sonoro es sin duda el Alma Mundi de los videojuegos y uno de los componentes más importantes a la hora de crear videojuegos. El sonido y la composición musical de NAIRI: Tower of Shirin corrió a manos del propio Joshua van Kuilenburg. Por lo que nos encontramos con esos excéntricos casos en que una sola persona se encarga de la programación y de la composición de todo el juego a la vez. En este aspecto, Joshua ha querido dejar una marca muy fuerte a la hora de haber compuesto cada track del juego. Cada canción tiene un ritmo diferente y, como era de suponerse, están inspiradas en instrumentos de vientos que nos hacen evocar a países del Oriente Próximo.
Un cambio radical en el sonido del juego sería en el que, parte de varias escenas de la trama, la música llega a convertirse sombría y hasta inquietante en ciertos momentos. Haciendo ver a Shirin de noche como una cuidad meramente peligrosa, fantasmagórica y amenazante como para proseguir con nuestra aventura. Esto le hace a agregar un valor agregado al juego; pues la música es casi sinónimo de cambios humor, emociones plasmadas y contadas a través de dulces y refinadas melodías que se desplazan por nuestros oídos. Esto es fantástico, y mucho más que lo haya logrado resolver una sola persona.
Un juego de bajo riesgo que no presenta problemas errores mayores
Al ser un videojuego de bajo presupuesto, los problemas técnicos son prácticamente inexistentes. Esto no quiere decir que el juego no contenga errores en su código, sino más bien; no están a alcance de la vista para el jugador promedio, y al no tener que generan un mundo tridimensional, este se encuentra exento de crear mundos con posibles errores garrafales, como lo podría ser el popping de objetos que aparecen de la nada sobre las pantallas, bugs, exploits, etc.
Por mi parte, puedo confirmarles que el juego se puede completar de inicio a fin sin llegar a ver nada «raro» en él. Reitero, no es un juego convencional en el que, las primeras horas, solemos encontrar o ver errores dentro de los títulos a los que estamos acostumbrados a jugar, como lo podría ser un RPG de mundo abierto.
Como jugadores y consumidores, le hacemos un bien mayor a desarrolladores independientes no tener que exigirles en crear devastadores e impactantes mundos con tecnología de última generación, para posteriormente pasar toda su vida intentando corregir esos mismos errores con constantes actualizaciones. ¡Un suspiro que habrán agradecido en HomeBearStudio al no tener que preocuparse por ello a mayor!
A favor:
Una historia consolidada y original que toca temas históricos, religiosos y simbólicos.
Apuesta por una narrativa muy bien formulada de fácil compresión.
Personajes encantadores con gran sentido de la justicia que se ganarán tu corazón.
El arte está totalmente hecho y dibujado a mano.
La colección y creación de objetos por otros más ridículos le otorga un toque muy chubby.
Hasta 3 nuevas partidas para que otros puedan embarcarse en su propia aventura en Shirin.
La música está llanamente influenciada por la cultura de Asia Occidental.
En contra:
Toma alrededor de entre 3 a 5 horas terminar el juego completo.
Puzzles bastantes sencillos de resolver durante el resto de la trama.
NAIRI: Tower of Shirin es una entrega que cautivará tanto a los más pequeños de la casa como los que no lo son. Con una fuerte narrativa que engancha desde un inicio y puzzles totalmente entretenidos como perfectamente elaborados es, por mucho, la aventura gráfica de la generación. Explorar dungeons (calabozos) y resolver cada uno de sus misterios, sabiendo que detrás de todos ellos hay una fuerte carga simbólica y fuertes influencias religiosas en el corazón del oasis de Shirin, hacen del título una propuesta totalmente innovadora y enriquecida, llena de historia y personajes tan carismáticos y cariñosos como la propia Nairi y su compañero de viaje, el académico Rex.
Por último, me gustaría a añadir que en HomeBearStudio mencionan en diversas ocasiones que el juego está «inspirado» en productos de licencia, tal y como lo son las películas del estudio japonés Ghibli, e incluso en la propia Disney y Pixar. Sea cierto o no, estoy completamente seguro de que NAIRI: Tower of Shirin es una entrega totalmente original en el que en ningún momento sentí esa dicha «inspiración». Y esto hay que considerarlo beneficioso, porque, dicho o no, y en el orden natural de las cosas; la palabra «inspirar» es hoy por sinónimo de «plagar» a otros, y no buscar ideas originales para al producto al que intentas llevar a un público en específico.
El viaje de la tierna y valiente Nairi continua aquí, con ustedes queridos lectores. Posteriormente, recibirán un llamado especial en NAIRI: Rising Tide; el segundo capítulo que proclama en convertirse en una saga hoy y para siempre. No obstante, hay que esperar al próximo año para descubrir lo que nos espera en este segundo capítulo. Una que se ha hecho eco y a resguardo de mi corazón.
¡Hasta la próxima, adolescentes!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Comentario, duda, pregunta o crítica. Lo que quieras.