29 de enero de 2015

👦 Las 7 emociones universales: Un descubrimiento histórico de Paul Ekman


Las emociones y los sentimientos son tan únicas en el ser humano, que es posible verlo reflejado en distintas formas y colores. Pero solo siete de ellas pueden ser interpretadas por cualquier ser humano habitable del planeta, sin importar su condición u origen. Cultura o educación con la que se haya formado. ¡Todos somos capaces de reconocerlas! ¿Cuáles son estas emociones? Ven y conoce uno de los descubrimientos más importantes del cuerpo humano y del siglo XX.
¡Hola, adolescentes!

El día de hoy veremos y conoceremos todo acerca sobre las emociones universales del rostro humano. Pero ¿por qué «emociones»? 🤔

Antes que nada, definamos lo que es una emoción. La Real Academia Española lo define como:

«Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática».

En resumen, podemos decir que las emociones son una serie de estados que van actualizándose constantemente. Que de un momento a otro pasamos de la felicidad a la tristeza; de la sorpresa a la ira en cuestión de segundos o en días.

Ahora bien. Quiero enseñarles la siguiente fotografía. Presten mucha atención. ¿Listos?

Paul Ekman entre los habitantes de Papúa Nueva Guinea

¿Puede intentar a adivinar de quién se trata? ¿No? Bueno, Su nombre es Paul Ekman, y es un psicólogo estadounidense muy reconocido a nivel internacional. En 1972 se aventuró a recorrer medio mundo hasta llegar a Papúa Nueva Guinea, ubicada en Oceanía, a estudiar a una antigua tribu que vive actualmente en la Edad de Piedra. Así es, tal y como lo oyen... En la actualidad, como humanos modernos que somos, vivimos en la era de la globalización y del Internet. Sin embargo, hay tribus regadas por todo el mundo que siguen viviendo como hace 100 o 200 años, apartados de la civilización actual, pero entregados a sus costumbres y a su propia cultura.

Paul Ekman creyó fielmente en una hipótesis. Esta hipótesis, que fue propuesta por el famoso geólogo y biólogo Charles Darwin, consistía en que las expresiones no son determinadas culturalmente, sino que estas son universales, y que siguen un orden biológico. Esto de alguna manera tuvo que tener sentido para Paul Ekman, y poder descubrirlo por si mismo, aún mejor. En su viaje a Papúa Nueva Guinea, Paul Ekman le enseñó una serie de fotografías a los pobladores de la tribu a la que intentaba estudiar más de cerca y les preguntó directamente que si era posible que pudieran identificar por ellos mismos cuándouna persona se encontraba feliz; otra enfadada, una triste y otra sorprendida. Para su sorpresa, los pobladores de esta arrinconada tribu, y lejos de la civilización moderna, acertaron a lo que les pedía sin más y sin ningún tipo de problema. Rápidamente, Ekman les pidió a unos cuantos miembros de la tribu que posaran delante de una cámara, mientras sostenían una pizarra e intentaban reflejar las expresiones que se encontraban escritas en la propia pizarra. Increíblemente, los miembros de la tribu pudieron realizar lo pedido a través de dichas expresiones.

Habitante de Papúa Nueva Guinea mostrando diferentes expresiones

La hipótesis de Darwin era más que cierta. No importaba en qué parte del mundo nos lleguemos a encontrar actualmente. Si el individuo sea de procedencia extranjera, o que una persona provenga de una cultura muy diferente a la nuestra. Sea de occidente o de oriente. Todos somos capaces de expresar los mismos gestos. Las mismas emociones.

Después de este maravilloso descubrimiento, Paul Elkman clasificó por primera vez las siguientes seis emociones:

• Felicidad (alegría).
• Ira (enfado).
• Tristeza.
• Miedo.
• Sorpresa.
• Asco

Pero no fue hasta en 1990 cuando Paul Ekman amplió la lista añadiendo la última emoción universal conocida como desprecio. Sí, a aquella expresión que pone el chico brabucón de la escuela cuando se entera que la profesora de la clase le pone un horroroso 5 en su examen final y a ti un apantallante 10. Por supuesto, la lista es aún mucho más amplia. Pero Ekman clasificó estas siete emociones universales primero y, por supuesto, son las más básicas que conocemos de toda la vida. Es más, cuando nacimos, la primera emoción que expresamos en público nos es más que el llanto —tristeza—.

Perfecto. Ahora que ya conocemos un poco mejor sobre el trabajo que realizó Paul Ekman hace casi 50 años, podemos pasar a conocer en profundidad cada una de las siete emociones universales. ¿Están listos, adolescentes? ¡Aquí vamos!

Yao Ming con el rostro arrugado de felicidad

Happiness (felicidad):

Comenzamos con la primera emoción universal conocida como felicidad 🙂 o también conocida como alegría. Aquí tenemos un claro ejemplo de lo que es la felicidad expresada en un personaje muy conocido por todo Internet. Exacto, ¡es Yao Ming! El famoso basquetbolista chino de 2.29 metros de altura. ¿Qué fue lo primero que se les vino a la mente cuando vieron por primera vez esta imagen? O, mejor dicho, ¿su rostro? Si me leen desde América Latina, es muy probable que hayan conocido esta famosa expresión de Ming en un sitio llamado Taringa con la leyenda: «No leí un carajo». Dando a entender que, si una entrada contenía mucho texto o que el contenido en sí, parecía haber sido escrito por el mismísimo Miguel de Cervantes, y que era imposible de entender su lectura; su escrito. En fin, que su expresión es el mejor claro ejemplo de lo que es la felicidad, pero al mismo tiempo, lo que es una sonrisa duchenne. En honor a un médico francés llamado Guillaume Duchenne. Una sonrisa muy sincera, pero difícilmente de ver con regularidad en los tiempos que corren.

Hermione con el semblante triste

Sadness (tristeza):

La segunda emoción universal es también muy conocida por todos nosotros. Así es, hablamos de la tristeza. 🙁 Aquí tenemos un ejemplo de la actriz Emma Watson interpretando a la icónica Hermione Granger de la saga Harry Potter en fílmico. Pero ¿cómo sé que es una tristeza sincera? Miren con gran detalle las imágenes que están viendo arriba de estos textos. Ahí coloco todos los puntos claves de cómo llegué a esta conclusión. Aunque también debo mencionar que para poder expresar la tristeza con éxito sobre el rostro, es necesario mover ciertos músculos, como las comisuras de los labios. Estas deben bajarse, y según el tipo de evento en que se encuentre el individuo, es decir, si hay una fuerte carga emocional, este puede romper en llanto en cualquier momento. Además, tengan en cuenta lo siguiente: las comisuras de los labios deben descender hasta formarse una «U» inversa.

Bebé enfadado arrugando la nariz

Anger (enfado):

La tercera emoción universal, y con la que suelo identificarme muy a menudo, es el enfado 😠 o la ira. Sin duda, una emoción muy fuerte como negativa que deberíamos tratar de despojarla de nuestra personalidad. No obstante, habrá momentos en que las cosas no nos saldrán de acuerdo a lo planeado, y acabemos tan irritados en cuestión de minutos tal y como lo está haciendo el bebé. Algo a recalcar sobre esta emoción es la importancia de las cejas. Estas deben arrugarse por dentro y hacía abajo hasta formar un pliego semi ondulado en el entrecejo. De ahí la mítica frase de las novelas clásicas que hablan sobre fruncir el entrecejo/ceño. Tan solo una carga explosiva de ira puede desencadenar una tormenta de emociones fuertes y negativas al mismo tiempo que conlleve al enfado a convertirse en una de la emociones más fuertes y perversas que existen sobre el rostro humano.

Mujer con la boca abierta y sorprendida

Surprise (sorpresa):

El Mundial de Brasil en 2014 nos trajo grandes emociones, microexpresiones y gestos de todo tipo tanto en aficionados ocmo a jugadores por igual. Pero algo que nunca se olvidará, fue el día en que Alemania goleó al pentacampeón de Brasil con un horroroso 7-1 en suelo americano.

La imagen que estamos observando ahora mismo arriba, me hizo pensar mucho sobre la cuarta emoción, que es la sorpresa. 😲 Antes que nada, la sorpresa surcada en el rostro de esta aficionada de fútbol es 100% real. Sin embargo, aún sigo creyendo que esta mujer jamás en toda su vida ha visto algo que la dejó más que anonada. ¿El contexto de toda la imagen? Era el partido de México contra Brasil. Memo Ochoa, el portero de la selección mexicana, se encontraba en su mejor momento —al menos ese día en la cancha—. ¿Y el resultado? El rostro que ves en la imagen de arriba al enterarse que el portero de su selección detuvo con éxito un disparo del equipo contrario. Desde luego, es la mejor emoción de sorpresa que pueden encontrarte en todo Internet, ya que es genuina e inesperada por cualquiera que haya esperado que México hubiera perdido ese partido.

Harry de Home Alone asustado

Fear (miedo):

Todos hemos visto a alguna vez en nuestra infancia la clásica película Home Alone (Mi pobre Angelito) semanas o inclusive meses antes de Navidad. Esta película sin duda trae consigo un sin de cargas emocionales, pero las que más predominan —o al menos desde mi punto de vista—, es la sorpresa y el horror en general. Aquí tenemos un buen ejemplo de lo que es la quinta emoción universal; el miedo. 😨 Miedo reflejado en el rostro del más famoso ladrón de casas de Navidad llamado Harry... y poniendo un momento de mucho terror que quizás nunca olvidará el resto de su vida.

Neymar Jr. con desdén y aires de superioridad

Desprecio (contempt):

¡Más imágenes del Mundial de Brasil 2014! En esta ocasión, nos acompaña el jugador de fútbol «profesional» Neymar Jr. Quien tendrá la amabilidad de presentarnos la sexta emoción universal llamada desprecio 😏 ante la cámara. ¿Por qué tanto desdén hacía las cámaras, Neymar? No sabría decírselos, pero de algo estoy completamente seguro; su rostro refleja el mejor ejemplo de lo que es el desprecio.

Noten como en el extremo derecho de su labio se alza y lo aprieta —no excesivamente— hacía atrás. Es clara su molestia hacía algo —o alguien—. Pero hay que tener cuidado con este tipo de lectura en cuanto a lenguaje no verbal, pues probablemente podría ser también un caso típico de un uso excesivo de las muletillas. Gestos que realizamos frecuentemente a un nivel profundo y en segundo plano, y que casi son imperceptibles por nosotros mismos, pues no solemos ser conscientes de los gestos que realizamos con nuestro interlocutor o nuestro público. Por ejemplo, interponer un lapicero entre nuestro interlocutor con nosotros mismos. Esto crea una barrera emocional que impide que nos conectemos con la persona con la que estamos hablando. De cualquier forma, es un excelente ejemplo que pueden conocer de esta emoción... y de Neymar. Aunque que tampoco es la única fotografía en la que aparece haciendo este gesto.

Clint Eastwood con el rostro asqueado

Asco (disgust):

Finalmente, tenemos la séptima y última emoción universal: el asco 🤢. Clint Eastwood nos da un claro ejemplo de lo que es el desagrado. Seguro habrán visto la imagen de arriba en formato GIF en muchos foros y redes sociales. Y es que este icónico actor de Hollywood sabe realizar y resaltar muy bien las expresiones negativas con el rostro. Incluso puede verse fotografías suyas de su persona o de a algún otro personaje que haya interpretado en la pantalla grande, y percatarse que la frente de su rostro comienza a arrugarse con profundidad. Claramente no quisiera ser yo al que lo miraran así recién llegando a un evento de alto prestigio o, peor aún, en una ceremonia nupcial con amigos muy cercanos.

Ya por último, cabe señalar que tanto irá, desprecio y asco son emociones universales negativas. Incluso yo las clasifico como emociones apasionantes, debido a que estas tres expresiones pueden verse al unísono.

Espero que después de haber leído esta entrada, todas sus dudas sobre las emociones universales hayan quedado aclaradas. Ahora yo les pregunto: ¿qué emociones prevalecen más con ustedes? ¿Qué emoción emergió en ustedes la primera vez que fueron rechazados amorosamente ¿Qué emociones son capaces de descifrar con mayor facilidad y sin llegar a equivocarse? Los leo con el mayor deseo de saber más sobre ustedes... y de sus emociones.

¡Hasta la próxima, adolescentes!

Créditos:
Banner de entrada: Unsplash (background image).

Actualización 21.04.2021:
• Entrada íntegramente reeditada desde cero.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Comentario, duda, pregunta o crítica. Lo que quieras.